Existe una cantidad sorprendentemente escasa de datos epidemiológicos y moleculares sobre la prevalencia, frecuencia y diversidad de los parásitos protozoarios intestinales Giardia duodenalis y Cryptosporidium spp. en fauna en general y especies mesocarnívoras en particular. En consecuencia, la extensión de la contaminación ambiental del quiste / ooquisto atribuible a estas especies hospederas silvestres y sus posibles implicaciones para la salud veterinaria pública siguen siendo en gran medida desconocidas.
En este estudio epidemiológico molecular, un total de 193 muestras fecales individuales de tejones (Meles meles, n = 70), hurones (Mustela putorius furo, n = 2), ginetas (Genetta genetta, n = 6), linces ibéricos (Lynx pardinus, n = 6), martas (Martes foina, n = 8), mangostas (Herpestes ichneumon, n = 2), nutrias (Lutra lutra, n = 2), gatos monteses (Mustela putorius, n = 2), zorros (Vulpes vulpes, n = 87), gatos monteses (Felis silvestris, n = 2) y lobos (Canis lupus, n = 6) se obtuvieron de cadáveres matados en el camino, cazados y encontrados accidentalmente, y de encuestas de cámaras trampa o animales que ingresan refugios de rescate, durante el período de diciembre de 2003 a abril de 2016.
Los especímenes investigados se recolectaron en cinco regiones autónomas españolas, incluidas Andalucía (n = 1), Asturias (n = 69), País Vasco (n = 49), Castilla-La Mancha (n = 38), y Extremadura (n = 36). La presencia de quistes / ooquistes se confirmó por métodos basados en PCR dirigidos al gen de ARN ribosómico de subunidad pequeña (ssu) de estas especies de parásitos. Se intentó el genotipado de los aislamientos obtenidos en marcadores apropiados que incluyen los loci glutamato deshidrogenasa (G. duodenalis) y la glucoproteína de 60 kDa (C. parvum y C. ubiquitum). En general, se detectó G. duodenalis en el 8% (7/87) de zorros rojos, una sola marta de haya y un solo lobo, respectivamente. Cryptosporidium se identificó en el 3% (2/70) de los tejones, el 8% (7/87) de los zorros rojos, un solo genet y una sola mangosta, respectivamente.
Ninguno de los nueve aislamientos de G. duodenalis generados pudo ser genotipado a nivel de ensamblaje / subconjunto. De los nueve aislados de Cryptosporidium caracterizados con éxito, tres fueron identificados como C. canis (uno en una mangosta y dos en zorros rojos), y tres como C. parvum (uno en un tejón y tres en zorros rojos). Los tres aislamientos restantes se asignaron a C. felis (en un zorro rojo), C. hominis (en un tejón) y C. ubiquitum (en un zorro rojo), respectivamente. Dos aislamientos adicionales de Cryptosporidium que infectaban un tejón y un gen, respectivamente, no se podían tipificar.
El zorro rojo se confirmó como un huésped adecuado de especies de Cryptosporidium potencialmente zoonóticas, principalmente C. parvum y C. ubiquitum. La alta movilidad y la amplia variedad de zorros rojos en el hogar, junto con su creciente presencia en entornos urbanos y periurbanos, pueden llevar a la superposición de los ciclos selváticos y domésticos del parásito y, en consecuencia, a un mayor riesgo de criptosporidiosis en animales de producción. y humanos. La detección de oocistos de C. hominis en un tejón plantea la cuestión de si este hallazgo representa una infección verdadera o un evento esporádico de paso mecánico de oocistos de C. hominis de origen antropónico.