Detección de ADN ambiental, una herramienta eficaz en la lucha frente a la tuberculosis animal

Detección de ADN ambiental; herramienta en la lucha frente a la tuberculosis animal

La existencia de comunidades complejas de hospedadores para la enfermedad, dificulta el control y la erradicación que tiene como objetivo el Programa Nacional de Erradicación de Tuberculosis Bovina. Desde hace tiempo, las investigaciones se han dirigido a comprender dicho sistema multi-hospedador, con el fin de generar conocimientos y herramientas orientados a la lucha frente a la tuberculosis en el denominado interfaz doméstico-silvestre. En este sentido, la detección de ADN del patógeno en el ambiente se ha mostrado como una técnica eficaz para el diagnóstico epidemiológico.  

 La tuberculosis es actualmente la principal preocupación de los ganaderos bovinos españoles y gran parte de la Unión Europea (UE). Se trata de una enfermedad zoonosica, causada por diferentes especies de micobacterias, incluidas dentro del Complejo Mycobacterium Tuberculosis (MTC). Debido a la existencia de un Programa Nacional de Erradicación cofinanciado por la UE, todos los rebaños bovinos deben de someterse a pruebas (mínimo una prueba anual) que detecten si han estado en contacto con el patógeno; además de estar sujetos a posibles restricciones de movimientos.

En los últimos años se ha visto como la lucha frente a esta enfermedad no se centraba solo en el ganado bovino, si no que incorporaba a todas las especies domésticas y silvestres que pueden actuar como reservorio. En este sentido algunas comunidades autónomas ya incorporan un programa de erradicación para caprino obligatorio. En otras, la lucha se centra contra los reservorios silvestres, poniendo barreras que impidan el contacto entre ganado bovino y dichas especies.

Actualmente, las investigaciones quieren ir un paso más allá y centran su objetivo en el estudio del ambiente, dentro del complejo sistema multihospedador que forma MTC. En este sentido, Un estudio recientemente publicado muestra como la detección de ADN perteneciente a MTC en muestras ambientales, puede contribuir a la lucha frente la tuberculosis. El estudio titulado “Puntos de ADN ambiental en pastos compartidos y proximidad a bosque como riesgos de infección por tuberculosis para el bovino en un sistema multihospedador” (Título original: Environmental DNA points at shared pastures and proximity to woodlands as tuberculosis risk factors for cattle in multi-host settings) ha sido realizado por investigadores del IREC, entre otros centros, con la participación de otros centros, entre los que está también Sabiotec. Sabiotec lidera el desarrollo del sistema ESTUGA, basado en unas esponjas que permiten la detección de ADN ambiental del MTC.

Tras el estudio de diferentes variables, tanto ambientales como dependientes de las explotaciones incluidas para el estudio, se observa como la positividad en muestras ambientales se correlaciona con diferentes variables que permiten el contacto con la fauna silvestre (altitud, distancia a bosque o uso de pastos comunales). De este modo, la detección de ADN ambiental revela información sobre el riesgo que presenta el rebaño de contactar con el patógeno y acabar siendo positivo a las pruebas oficiales. Dicho de otro modo, evaluando la presencia de ADN ambiental podemos evaluar la posibilidad de que nuestro rebaño sea positivo en futuras pruebas oficiales.

“Evaluando la presencia de ADN ambiental podemos evaluar la posibilidad de que nuestro rebaño sea positivo en futuras pruebas oficiales”

Esta herramienta es de especial interés en aquellos focos conocidos como “hotspots”, es decir aquellos focos de tuberculosis recurrentes y situados en una determinada área, bien sea a nivel de comarca, unidad veterinaria, municipio o explotación. Se trata de un diagnóstico epidemiológico, que permite conocer mejor la dinámica de la enfermedad en el área de estudio, y que nos aporta información a nivel de rebaño (nunca a nivel de individuo).

En resumen, la toma de muestras ambientales permite profundizar en el diagnóstico epidemiológico de la enfermedad, orientando nuestras acciones en la implementación de un protocolo de bioseguridad, que unido las campañas de saneamiento oficiales, permita mejorar el estatus sanitario de la explotación. La ventaja de hacer un estudio de ADN ambiental en una granja es que nos permite tomar decisiones entre un saneamiento y el siguiente, porque se pueden implementar medidas en la granja que ayuden a mejorar la situación en relación a la tuberculosis antes de someterse al siguiente saneamiento oficial.

Si quieres conocer más sobre los estudios de bioseguridad y de ADN ambiental que realizamos en Sabiotec, contacta con nosotros.

El proyecto ESTUGA ha sido aceptado dentro de las ayudas Innova-Adelante de la JCCM, cofinanciado en un 80% por el fondo europeo de desarrollo regional. Esta ayuda permite a Sabiotec impulsar y promover este proyecto dentro de nuestra actividad de I+D+i, nos va permitir mejorar la productividad y competitividad en sectores estratégicos para nosotros, además de favorecer la transferencia de conocimiento entre diferentes actores.

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